El proyecto ‘Un sueño paralímpico’ abraza, a través de fragmentos de entrevistas, la inspiradora historia de Carmen López. Carmen es una joven de 22 años que nació con un glaucoma congénito; en sus primeros años de vida era capaz de ver luces y colores –algo que valora muchísimo, ya que le encanta vestir de azul y con detalles brillantes de pedrería– pero, poco después, perdió completamente la visibilidad. Carmen cuenta que esto le empujó a vivir etapas de depresión, acentuadas por el acoso escolar que sufría en la escuela. Pero que la estrecha relación que tiene con su madre, los amigos que hizo en el nuevo colegio y sus animales –ríe al enumerar los perros, gatos y hurones que acoge en su casa– la salvaron. Y también el deporte; primero fue la equitación y, hace un par de años, el descubrimiento del surf.